Ciudad de Gaza– Expertos y organizaciones humanitarias han emitido una alerta urgente sobre el nuevo plan aprobado por Israel para Gaza, advirtiendo que podría acelerar la limpieza étnica y avanzar en un genocidio contra los palestinos. El plan, anunciado por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, busca desplazar a cientos de miles de palestinos del norte de Gaza hacia seis campamentos superpoblados en el sur, utilizando la distribución de alimentos como herramienta para forzar el cumplimiento.

Detalles clave del plan
Bajo el pretexto de desmantelar a Hamás y recuperar a los cautivos tomados el 7 de octubre de 2023, el gobierno de extrema derecha de Israel ha delineado una estrategia para:
- • Expulsar a los palestinos del norte de Gaza, obligándolos a trasladarse a campamentos designados.
- • Controlar la distribución de alimentos mediante empresas de seguridad privadas estadounidenses, Safe Reach Solutions y UG Solutions, utilizando reconocimiento facial para negar ayuda a presuntos afiliados de Hamás, una etiqueta que Israel aplica ampliamente a hombres en edad de combatir.
- • Confinar a entre 5,000 y 6,000 familias por campamento, donde un miembro de cada hogar deberá recorrer kilómetros para recoger un paquete semanal de alimentos en lo que los responsables de ayuda han llamado “centros de concentración”.
El plan no aclara cómo accederá a alimentos el resto de la población, aproximadamente 1.5 millones de personas, en un contexto donde el bloqueo de Israel de 10 semanas ha detenido toda la ayuda, dejando las cocinas comunales agotadas y a medio millón de personas enfrentando un hambre catastrófica, según la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC).
Condena humanitaria

“Este plan no trata de ayuda, sino de limpieza étnica y cantonización a través del hambre”, afirmó Diana Buttu, académica jurídica y exasesora de la Organización para la Liberación de Palestina. Expertos como Omar Rahman, del Consejo de Oriente Medio para Asuntos Globales, advierten que la intención de Israel es “destruir Gaza y eliminar a su población” mediante el hambre y asesinatos masivos.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó el plan de “alarmante”, afirmando que viola los principios humanitarios y conducirá a “innumerables civiles más asesinados”. Philippe Lazzarini, jefe de la UNRWA, describió el bloqueo como un “crimen de guerra”, acusando a Israel de usar la ayuda alimentaria como arma para alcanzar objetivos políticos y militares.
El último informe de la IPC subraya la crisis, con un 22% de los 2.3 millones de habitantes de Gaza —477,000 personas— clasificados como en situación de hambre “catastrófica”. Sin el fin del bloqueo, la hambruna es inminente.
Voces desde Gaza
Los palestinos en Gaza expresan desesperación y desafío. “¿Qué más quiere Netanyahu? Estamos muriendo de todas las formas posibles”, dijo Noor Ayash, una residente de 31 años del norte de Gaza. Mahmoud al-Nabahin, de 77 años, quien perdió a su esposa, hija y hogar en ataques israelíes, afirmó: “Hemos perdido toda esperanza. Que haga lo que quiera”.

Preocupaciones internacionales
La participación de empresas de seguridad privadas estadounidenses genera temores de que Israel pueda eludir responsabilidades por posibles atrocidades, según Mairav Zonszein, del Grupo Internacional de Crisis. Las agencias de la ONU han rechazado participar, desmintiendo las afirmaciones de Israel de que Hamás desvía la ayuda y advirtiendo que el plan agravará el sufrimiento.
Expertos en seguridad alimentaria, como Mahmoud Alsaqqa de Oxfam, han instado a la presión global sobre Israel para permitir el acceso humanitario sin restricciones. “El silencio frente a esta hambruna provocada por el hombre es complicidad”, afirmó Alsaqqa.
Llamado a la acción
Mientras Israel prepara una nueva ofensiva “intensa”, los grupos humanitarios y analistas instan a la comunidad internacional a imponer sanciones y exigir el fin inmediato del bloqueo. La ONU enfatiza que Gaza sigue siendo una parte integral de un futuro estado palestino, y cualquier intento de desplazar a su población debe ser rechazado.