Historia de un Crack: La Serena ya tiene el primer largometraje de su historia

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“Desde que se inventó el cine en 1985, pasaron 126 años para que una producción serenense viera la luz”, sostiene Mario Selim, quien desde hace pocos días pasó a ser el director del primer largometraje local, Historia de un Crack.

La producción, que tiene el fútbol como tema central, y donde se vive comedia, romance, mezclado con diversos  momentos de tensión, habla de valores importantes como “la persistencia, el trabajo, la lucha contra la adversidad, el no dejarse derrotar aunque todo esté en tu contra”, esgrime el director.

El largometraje

Historia de un Crack, que tiene 103 minutos de duración y con imágenes de más de medio centenar de locaciones distintas entre La Serena y Coquimbo, cuenta la historia de Matías, un joven que tiene todo para ser futbolista profesional, menos zapatos de fútbol, y no es un detalle menor cuando él y su madre sobreviven con lo que ella gana como costurera.

Es ahí cuando aparece Rubén, un exfutbolista, se ofrece para entrenarlo y ayudarle a conseguir trabajo, y después de su pasado en la cárcel, lo único que desea es alejar de las drogas y mostrarle el camino correcto a Matías antes que sea demasiado tarde. Sin embargo, durante el transcurso de la película, la historia va dando giros y se muestra que el camino nunca es llano y no se está exento de problemas.

Proceso de producción

En la producción participaron 110 personas entre actores y extras, donde 109 son de la región de Coquimbo a quienes se une el actor chillanejo Rubén Candia (Matar a un Hombre, 2014).

“Nuestra producción apostó de lleno al talento local, teníamos fe en que podíamos encontrar actores y actrices de gran nivel en la región y eso fue lo que finalmente ocurrió”, sostiene Mario Selim, quien agrega que “lo más llamativo fue que también trabajamos con un gran número de personas que no eran actores, muchos de ellos jóvenes que en base a la asistencia a talleres de actuación y similares pudieron entregar unas actuaciones realmente destacables, entre ellos Felipe Bugueño, joven futbolista que en el transcurso de algunos meses se transformó en un potencial actor”.

Junto a los mencionados talleres también se suma una preparación realizada por el actor Marcelo Saavedra, una guía constante de la experiencia de Rubén Candia y una propuesta de Dirección específica.

Contexto adverso

La producción, que duró un año y 10 meses, no fue fácil, debido principalmente a dos contextos: estallido social y pandemia.

“Todas las producciones enfrentan problemas e imprevistos, pero con nosotros el destino se ensañó un poco”, bromea Mario Selim. “El primer día de rodaje algunos manifestantes estaban a unas cuadras de nosotros quemando la ex estación de trenes, por lo que tuvimos que tomar todo el equipo técnico y buscar de inmediato otro lugar de grabación, porque corríamos el riesgo de perder más que el día de rodaje”, agrega.

Así, tuvieron diversos problemas como no poder usar algunas locaciones, por ejemplo. Cuando terminó el rodaje, cuenta el director, comenzó la pandemia, e hizo todo el proceso de postproducción más complejo. “No nos podíamos reunir, la película avanzaba muy lento en todos sus procesos, todo lo que ocurrió nos perjudicó mucho y lograr terminarla fue muy agotador”, asegura.

El no rendirse ante las adversidades no solo se ve en la película, sino que fue algo que tuvieron que vivir en la producción.

Cine en regiones

El director de Historia de un Crack señala que “históricamente las regiones han estado rezagadas en torno a la producción cinematográfica, por distintos factores, sobre todo económicos, las grandes decisiones que se toman a nivel central y a veces en los puestos claves no entienden cómo un trabajo como este puede ayudar a levantar económicamente a una comunidad”.

Sobre estos problemas, Mario Selim indica que “es hora de evaluar y modificar el paradigma y la matriz productiva de nuestro territorio, ya que esta región no es sólo minería, agricultura o pesca, sino también tiene un potencial creativo enorme y creo que así lo demuestra esta producción”.

Invitación

Las expectativas sobre el largometraje local está en hacer una premier en la región, para luego entrar a un circuito de exhibición nacional, y se está trabajando en lo que será la distribución del film.

Mientras eso sucede, Mario Selim sostiene que “todos deberían ver la película porque es muy entretenida y emocionante, pero que también permite reflexionar y encontrar un mensaje optimista y necesario, sobre todo para nuestra juventud”.

Historia de un Crack tiene “mucha acción y fútbol, y hay que estar muy alerta porque avanza muy rápido, mezclando momentos de suspenso, acción y dando espacio también para momentos cómicos”, puntualiza.

Colaboradores

Por supuesto que una producción como esta, no se puede realizar sin diversos colaboradores. Sobre ellos, Mario Selim comenta que “siempre voy a estar absolutamente agradecido del CNTV, el Consejo Nacional de Televisión, ya que se la jugó por entero con nosotros”, y agrega un dato no menor: “era primera vez que un “Proyecto Comunitario” se atrevía a proponer una ficción; anteriormente sólo había premiado documentales en esta línea de postulación”.

Asimismo, el cineasta también agradeció el apoyo de “la señora Laura Cerda en su calidad de presidenta de la Cámara de Turismo de la Región de Coquimbo; la señorita Antonieta Neira, presidenta de la Corporación de Turismo de la municipalidad de Coquimbo y los alcaldes tanto de la Municipalidad de La Serena y Coquimbo”.

Y ya que el rodaje trata sobre fútbol, también necesitaron el apoyo de ciertos clubes, a los que Mario Selim agradece. Estos clubes son “C.D. Camino Islón; C.D. Mercedes Marín del Solar y C.D. Santa Inés”.

Para finalizar, el director también agradece a quien fue la encargada de la Producción General. “Por supuesto, agradecido de mi compañera de viaje Pamela Harder, productora ejecutiva de Historia de un Crack, y con la cual llevamos más de una década produciendo contenidos”.

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