El tiempo apremia, y urge buscar soluciones rápidas a la escasez hídrica que vive la región. Pronto habrá racionamiento, si es que este invierno se presenta igual de seco que los anteriores. Por ello, autoridades regionales viajarán esta semana a la región de Antofagasta para conocer en detalle la planta desaladora que allí funciona desde el año 2003.
El diputado Víctor Pino, quien encabeza esta gira a Antofagasta, conversó con Radio Guayacán, y vislumbra en estos proyectos la única alternativa viable para lograr tener agua en esta zona. “Hoy día hay dos proyectos de desaladoras que están en una etapa inicial, que es de Blue Oceanic y Aguas del Valle, ambos para agua potable y de consumo humano. Estos dos proyectos van a pasar este año recién a los estudios de impacto ambiental, por lo tanto, se espera que estén en funcionamiento recién en unos 4 o 5 años más”.
Pese a la demora en el inicio del estudio de esto proyectos, que debieron estar listo antes de que llegara la crisis de racionamiento, autoridades regionales y alcaldes, viajarán hasta Antofagasta para dar una señal política de la necesidad de apurar el tranco en esta materia.
La comitiva regional está integrada por el diputado Víctor Pinto, el delgado presidencial Rubén Quezada, además de varias autoridades entre las que destacan los alcaldes de Río Hurtado, Andacollo, Canela, Combarbalá, Illapel y Los Vilos y un representante de la comuna Monte Patria. Acompañarán los presidentes de las comisiones de Recuerdos Hídricos y Agricultura de la Cámara de Diputadas y de Diputados.
Respecto a la presencia de la actual Gobernadora Regional, Krist Naranjo, el diputado señaló que fue invitada pero aún no confirma su asistencia, pese a la relevancia del tema a nivel local. “Se le invitó a la Gobernadora, pero lamentablemente no tuvimos ninguna respuesta. Esta era la oportunidad para romper las ideas preconcebidas sobre este tema”.
Sobre la propiedad y la opción de no afectar el valor de la tarifa final, el parlamentario recalcó que aún no existe en Chile una política de Estado para el uso de agua de mar y la desalinización. “Hay un proyecto que se encuentra en el Congreso actualmente y que está por ver la luz. Lo ideal sería que las plantas desaladoras de la región de Coquimbo tengan en parte aporte estatal en lo que es la construcción y la administración en concesión, ya que con eso no se afectaría las tarifas y no le llegaría el alza al usuario final, que somos nosotros”.
Cómo funciona una planta desalinizadora
Este tipo de tecnología moderna permite filtrar el agua a través de presión osmótica natural, lo que permite que, través de membranas semipermeables, pase sólo agua y no sales. Así el recurso se va purificando.
El proceso de las plantas desalinizadoras se compone de cinco etapas. La primera, donde se da el proceso de obtener el agua del mar a través de tubos, para luego agregarle hipoclorito de sodio con el fin de separar microorganismos. Posteriormente, el agua debe pasar por dos etapas de filtro, una con arena y otra con cartucho con carbón activado, esto para lograr separas partículas aún más pequeñas.
Luego viene la etapa cuatro, que es la más importante, ya que en ésta el agua pasa por bastidores de osmosis inversiva, estos se encargan de transformar, finalmente, al agua salada en dulce. Esto ocurre a través de la presión al contenedor con la solución más espesa, con lo cual el agua se mueve en dirección contraria a lo que naturalmente lo hace, lo que permite que pierda la sal. Una bomba a presión, que posee un tubo en su interior el cual contiene siete membranas semipermeables, es la que permite esto, ya que las membranas sólo dan salida de moléculas de agua.
En la última etapa queda agregar al agua, cal y dióxido de carbono para que ésta sea finalmente de consumo humano. Luego el agua se deposita en tanques lista para su distribución.
Plantas desalinizadoras en el mundo
Las plantas desalinizadoras se han convertido en una de las opciones más importantes ante el acelerado cambio climático provocado por el calentamiento global y los deshielos en el mundo.
Actualmente, a nivel mundial hay cerca de 18 mil plantas desaladoras según datos de la Asociación Internacional de Desalinización. El país pionero en el uso de esta tecnología son los Emiratos Árabes, luego le siguen Libia, Kuwait, Qatar, Estados Unidos, Japón y España, justamente la planta más grande del mundo se encuentra en Torrevieja, Alicante en la península ibérica.
No obstante, como se puede observar, los países con esta tecnología son desarrollados. El proceso no es barato. Alcanza casi los dos mil dólares por familia, poco más de un millón 700 mil pesos.
