En el colegio Japón de La Serena, la seremi de Educación, Cecilia Ramírez Chávez presentó el proyecto de ley sobre Convivencia, Buen Trato y Bienestar de las Comunidades Educativas, propuesta legislativa, que fue anunciada por el Presidente Gabriel Boric en su Cuenta Pública del pasado 1 de junio, que aborda y promueve en forma integral, ordenada y sistémica una forma de gestión para que las comunidades educativas sean espacios de protección y bienestar, fomentando acciones integrales, sistémicas y eficientes que ayuden a prevenir y erradicar cualquier tipo de acoso, violencia y discriminación al interior de los establecimientos.
La seremi destacó que “es una propuesta legislativa que viene a robustecer ya la normativa existente, pero también a dar lineamientos respecto a cómo se debe gestionar la convivencia educativa dentro de las comunidades educativas, para tener espacios seguros, libres de violencia y de total discriminación”.
Otro de los aspectos que destacó la autoridad es que la propuesta busca que “también entreguen seguridad a todos los miembros de las comunidades educativas. Es importante y muy relevante cómo vamos a asegurar el bienestar dentro del establecimiento, de los docentes y asistentes de la educación porque la convivencia educativa no se gestiona solamente entre los estudiantes, sino también con los adultos de las comunidades”.
El anuncio regional sobre el proyecto de ley se efectuó en el colegio Japón, establecimiento municipal que implementó dos Salas de Mediación para situaciones de violencia escolar a partir del año 2016. Luego de la pandemia, en el retorno a las clases presenciales, el equipo de convivencia reforzó con las apoderadas y apoderados la iniciativa. De esta forma, en el año 2022 el colegio registró cinco denuncias a la Superintendencia de Educación, disminuyendo a tan sólo una denuncia en el año 2023.
Así lo indicó, el director del colegio Japón, Florián Tapia Henríquez, quien detalló que “llegué a este colegio el 2018 cuando teníamos muchas denuncias a la Superintendencia, a veces más de 15. Había que movilizarse. Y una de las formas fue fortalecer al equipo de convivencia escolar, que tiene una orientadora, una inspectora general, encargada de convivencia, psicóloga y asistente social. Se organizaron dos oficinas, una de bienestar y una segunda de convivencia. Se puso en nuestro reglamento interno, el procedimiento y los protocolos para resolver los conflictos a nivel de adultos, apoderados y de estudiantes. Los estudiantes saben que cuando ellos tienen un conflicto deben ir a la sala de convivencia escolar”, recalcó.