El sector de Tierras Blancas, en Coquimbo, fue escenario de dos graves intentos de femicidio este fin de semana, en los que las rápidas acciones de Carabineros fueron clave para detener a los presuntos agresores. Estos casos elevan a 10 el número de femicidios frustrados en lo que va del año, igualando casi la cifra total de 2023, cuando se registraron 9.
En el primer incidente, un hombre chileno fue detenido tras atacar a su pareja con un objeto cortante y contundente, causándole lesiones de mediana gravedad. La víctima fue trasladada al hospital San Pablo de Coquimbo y quedó bajo medidas de protección.
El fiscal Juan Pablo Aguilera formalizó al agresor por femicidio tentado y solicitó su prisión preventiva, medida que fue otorgada por el Juzgado de Garantía. “El tribunal consideró la gravedad de los hechos y accedió a nuestra solicitud de prisión preventiva. Este delito conlleva penas significativas, y contamos con evidencia suficiente para respaldar la acusación”, señaló Aguilera.
En el segundo hecho, un hombre de nacionalidad venezolana intentó agredir a su pareja usando un líquido acelerante para iniciar un incendio, lo que no se concretó gracias a la rápida reacción de la víctima. El agresor, que no portaba cédula chilena, fue detenido por Carabineros y será formalizado este martes tras las gestiones para confirmar su identidad.
Priscilla Olivares Verasay, directora regional del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SERNAMEG), condenó estos actos de violencia de género y destacó el compromiso del organismo con las víctimas. “Estamos coordinados con Carabineros y preparados para activar nuestra red intersectorial, ofreciendo apoyo psicosocial y jurídico. La violencia de género es una grave vulneración de derechos humanos y constituye un delito de seguridad pública”, expresó.
Asimismo, Olivares enfatizó que cualquier persona puede denunciar hechos de violencia llamando al 133 de Carabineros o al 134 de la PDI.
Los intentos de femicidio registrados este año ya superan los de 2023, lo que genera preocupación en las autoridades y refuerza la necesidad de actuar con rapidez y firmeza para prevenir la violencia de género. La diferencia entre un femicidio tentado y uno frustrado radica en que, en el primero, se inicia la ejecución del delito, mientras que en el segundo, se realizan todos los actos necesarios para consumarlo, pero no se logra por causas externas al agresor.
Este aumento subraya la urgencia de redoblar los esfuerzos para proteger a las mujeres y garantizar justicia, tarea en la que las acciones rápidas de Carabineros han demostrado ser esenciales para evitar desenlaces fatales.