Este martes, el presidente Sebastián Piñera promulgó la Ley Dominga, medida que entrega apoyo para aquellas familias que pierden un hijo en el período gestacional o al nacer.
A la ceremonia asistieron parlamentarios, autoridades de Gobierno y personas que han luchado por la causa de la legislación, entre ellas Aracelly Brito, quien en 2019 sufrió la pérdida de su hijo, Julián, a las nueve semanas de gestación, y en 2020, enfrentó la muerte de Dominga, a las 36 semanas de gestación. Había denunciado un trato deshumanizado en la clínica que la atendió.
“La paternidad y la maternidad es una bendición que cambia el rumbo de nuestras vidas y enriquece nuestras vidas, y eso todos los padres y todas las madres lo sabemos. Y si bien es verdad que todos algún día nos vamos a encontrar con la muerte en este mundo terrenal, ningún padre, ninguna madre, está preparado para la pérdida de un hijo”, expresó el presidente.
“Cuando un adulto mayor muere es como un barco que llegó a puerto, pero cuando un niño muere es como un naufragio. La muerte de un hijo produce un dolor desgarrador en sus padres, es una tragedia devastadora, a veces invisible porque va por dentro y que deja profundas huellas emocionales, psicológicas, espirituales, en sus padres, en sus familias; y este profundo sufrimiento merece no solo nuestro respeto, nuestra solidaridad, nuestra comprensión, requiere también que esos padres en ese momento de dolor profundo sean acompañados y acogidos por la sociedad y el Estado para ayudarlos a enfrentar ese dolor”, agregó.
El mandatario entregó detalles de lo que significará la nueva Ley Dominga: “el dolor de una madre y el dolor de un padre tampoco depende de la edad del hijo que perdieron. Esas mujeres, esos padres, esas familias necesitan el acompañamiento, la comprensión y la ayuda de la sociedad y del Estado y ese es el objetivo profundo del proyecto de ley que hoy vamos a promulgar”.
“Hoy tenemos la alegría, la emoción profunda de promulgar esta ley que establece ese tan necesario trato digno, humano y amable a las madres y padres que pierde hijos durante la gestación o durante el parto o durante los primeros días de vida”, dijo el mandatario.
Finalmente, el jefe de Estado señaló que la normativa “incorpora el derecho de las madres y padres a recibir de parte del Estado acciones de contención, de empatía, de apoyo, de respeto por su dolorosa pérdida y también incorpora el aumento de los permisos de trabajo por muerte de un hijo nacido vivo de siete a 10 días y de tres a siete días en el caso de la pérdida de un hijo en el período de gestación”.