A siete días que comenzará la autorización del permiso especial de Vacaciones a comunas con Fase 2, se han registrado 44.796 solicitudes para la región de Coquimbo, número que equivale al 11,2% del total nacional, siendo la zona que ocupa el tercer lugar en preferencias para los turistas. La situación ha generado preocupación en las autoridades locales quienes están evaluando solicitar al nivel central, limitar estos permisos, y establecer un tope máximo que permita también una correcta fiscalización de las medidas sanitarias
“Este permiso de vacaciones ha traído más trabajo y desafíos, por eso estamos pensando en aumentar la dotación de personal para intensificar las fiscalizaciones (…). No obstante, está dentro de las ideas que vamos a proponer limitar los permisos, si esto se solicita, se deberá aplicar a nivel nacional”, señaló el Seremi de Salud, Alejandro García.
En cuanto a las medidas que se van a ejecutar para el pan Verano 2021, la autoridad hizo referencia a la medida del control de ingreso para la Avda. del Mar para los fines de semana, que fue anunciada este martes, sobre esto García recalcó que estas fiscalizaciones se realizaran especialmente en las noches, para evitar que las personas no cumplan con el toque de queda. “Los controles para ingresar a la Avda. del Mar serán principalmente para evitar la congestión en ese sector y evitar cursar sumarios por infringir el toque de queda”.
En tanto, el seremi se refirió al punto de toma de exámenes PCR en la Aduana Pichidangui, señalando que se realizarán estas pruebas de forma aleatoria y voluntaria. “La toma de exámenes PCR están en lugares estratégicos de la región y estamos revaluando dejarlos de punto fijo, por eso estamos pensando partir en Aduana Pichidangui, será voluntario”.
Música en restaurantes
Con relación a la polémica medida de restringir la música en vivo o envasada en restaurantes y cafés, decisión que fue anunciada como modificaciones del Plan Paso a Paso y que fue reculada hoy por el Gobierno quien señaló que solo será una recomendación. García señaló que “esto quedó como sugerencia, ojalá que si hay música sea baja y ambiental para que las personas no griten, al gritar uno está votando una cantidad de aerosoles muy grande, si la música está muy alta estimula que se grite”.
Al respecto la epidemióloga de la Universidad de La Serena, Pola Salas, indicó que esta medida no tenía fundamento científico. “Desde el punto epidemiológico esa actividad no tiene ningún fundamento, no hay ningún estudio vinculado a que la música aumente el riesgo de contagio”, cerró.
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