Los pabellones del Hospital de La Serena se llenaron de alegría con la llegada de
los primeros trillizos del año. Isaías (2.130 gramos), Oliver (1.998 gramos) y Diana
(1.800 gramos) se hicieron escuchar con un primer llanto que daba cuenta que
llegaban al mundo fuertes y sanos. Los esperaba un equipo multidisciplinario de
ginecólogos, neonatólogos, matronas, tens y anestesistas que tenían todo
preparado para que el momento fuera el más feliz para los dichosos padres,
Romina y Andrés, ambos oriundos de Chañaral, Región de Atacama.
“Cuando nacieron mis bebés, sentí una tremenda emoción, me corrieron mis
lagrimitas, no pude evitarlo porque fue demasiado emocionante. El primero que
nació fue Isaías, que era el que estaba abajito y nosotros decíamos que iba a salir
con toda la fuerza porque mantenía el peso de sus hermanos, después nació
Oliver y finalmente llegó la niñita, Diana. Estoy feliz con el equipo del Hospital de
La Serena, en realidad más que encantada y contenta porque llevo dos meses
hospitalizada, ya que mi embarazo era de alto riesgo, y desde que llegué, la
atención ha sido super buena, no me quiero ir de aquí hasta que los pueda tener
de alta a todos. Cuando ingresé a pabellón me entró el pánico, pero los doctores
me relajaron y me hicieron reír harto mientras estaba en el parto. De hecho, no he
dormido nada, pero me siento super bien”, relató Romina, madre de los pequeños.
Al respecto el ginecólogo Hugo Maldonado, jefe de la Unidad de Alto Riesgo
Obstétrico (ARO) del Hospital de La Serena, que atendió el parto junto a su colega
Mario Álvarez, señaló que los embarazos múltiples son poco frecuentes, donde la
estadística de trillizos se da uno entre seis mil casos. “Quiero destacar que este es
un embarazo espontáneo, es decir, no hubo de por medio ningún procedimiento
de fertilización asistida, por lo tanto, es más destacable aún. La paciente llegó
derivada de la ciudad de Copiapó, con 26 semanas de gestación y la tuvimos
nosotros acá en un estricto control de seguimiento, donde el equipo monitorizó
cada etapa durante dos meses. El parto fue bastante fluido, no tuvimos mayores
incidentes y la verdad es que se destacan los resultados que hemos alcanzado, ya
que somos un centro de derivación regional, por lo tanto, es un poco más habitual
para el equipo tener este tipo de pacientes”.
Por su parte, el neonatólogo Juan Pablo Arriagada, que pertenece al equipo de
médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del Hospital de
La Serena, se mostró contento con la llegada de los trillizos “la verdad es que salió
todo muy bien, los niños están en muy buenas condiciones, se logró llegar a una
edad gestacional segura de 34 semanas, y la verdad es que la cesárea fue sin
complicaciones. Son dos varoncitos y una niña, los tres nacieron vigorosos, no
requirieron asistencia ventilatoria y están en muy buenas condiciones. Además,
tuvieron los pesos que se habían estimado, lo que también es muy beneficioso
para el pronóstico, así que estamos bien contentos con el resultado”.
Cuando se producen embarazos múltiples, los equipos de salud tratan de que las
mujeres alcancen la mayor edad gestacional posible, para dar más seguridad a los
recién nacidos. Para el doctor Arriagada, el límite de las 34 semanas es el ideal
porque sobre ese periodo “los bebés tienen muchos menos riesgos de presentar
problemas por inmadurez pulmonar y otras complicaciones asociadas a la
prematuréz”.
Por su parte, la matrona Lissette González, del equipo de Alto Riesgo Obstétrico
del Hospital de La Serena explicó que en esta unidad (ARO) ingresan todas las
embarazadas que tienen alguna patología o condición que convierte su embarazo
en riesgoso. “Como somos el hospital de referencia regional, recibimos pacientes
de diferentes localidades e incluso de la tercera región. Entre las patologías o
condiciones del embarazo que generan una hospitalización en nuestra unidad,
está la diabetes pregestacional, la hipertensión crónica con o sin preeclampsias y
los embarazos múltiples. En el caso de Romina, al tener trillizos, debió
hospitalizarse por dos meses aproximadamente porque tenía riesgo de parto
prematuro. Siempre fue una muy buena paciente y ahora quedará en la unidad de
puerperio donde, junto al equipo de la clínica de lactancia y programa Chile Crece
Contigo, le brindaremos todo el apoyo y orientación para que pueda dar pecho a
sus tres hijos”.
Por el momento, los trillizos permanecerán en la UCIN del recinto serenense hasta
que alcancen un peso superior a los dos kilogramos, para ello estarán en
incubadoras siendo apoyados por un equipo multidisciplinario junto a sus padres.
Así lo confirmó Romina, la madre de los pequeños, quien explicó que “estamos
esperando que ellos suban el pesito que tienen que lograr y cumplir las 35
semanas para que le den el alta, sabemos que Isaías pesó más de dos kilos
entonces es muy probable que me lo traigan pronto, mientras esperamos que
Oliver y Diana logren subir de peso para que los podamos llevar de vuelta junto a
su hermanita de cuatro años Hermaiony que los espera con ansias”.