Madre e hija enfrentan compleja lucha contra enfermedades autoinmunes y solicitan apoyo para costear tratamientos
Camila Olivares convive con el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) desde los 15 años, una enfermedad autoinmune que la ha llevado a estar en riesgo vital en seis ocasiones. Su historia es una cadena de hospitalizaciones, cirugías y tratamientos de alto costo que han golpeado profundamente a su familia, tanto en lo emocional como en lo económico. Relata que “me he despedido de mi familia, de mi hija varias veces”.
Camila fue operada del corazón, intervención que derivó en una artritis severa. Desde entonces, ha debido someterse a múltiples terapias, muchas de ellas financiadas íntegramente por su familia, lo que ha generado deudas difíciles de sostener. “las enfermedades autoinmunes no tienen fin, uno las puede dormir, pero nunca se van del cuerpo”, afirma.
Su situación de salud también le ha impedido acceder a un trabajo estable y con ingresos fijos. Hoy enfrenta un complejo escenario económico “me tuve que ir a quiebra y mi mamá está en DICOM”, asegura. Acerca de su imposibilidad de trabajar explica “no puedo tener un trabajo con honorarios porque se me dificulta todo, hay días que yo estoy bien y hay días que estoy mal, hay días que me puedo levantar y días que no. Y la verdad ninguna empresa te aguanta con tanta enfermedad”.
Durante la pandemia fue tratada en La Serena por una supuesta neumonía post Covid, pero su diagnóstico estaba equivocado. “Nunca fue neumonía post Covid, yo ya tenía antecedentes por daño pulmonar y nunca se investigó más allá y al final tuve que irme a Santiago, mi enfermedad quedó muy grande para lo que es La Serena. Allá tuve que quedar hospitalizada, estos fueron tres años de lucha”, relata.
Su último tratamiento fue el año pasado, cuando llegó a urgencias por un fuerte dolor de cabeza. Allí le detectaron púrpura trombocitopénica, un cuadro que la dejó sin plaquetas y glóbulos rojos, generándole además una necrosis en la cadera. Ese episodio dejó una deuda cercana a los 7 millones de pesos en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, en Santiago.
Su hija también enfrenta un posible diagnóstico autoinmune
Hace un mes, Camila notó que su hija Martina, de 19 años, estaba decaída, con cansancio extremo y dolores articulares. “Siempre le tomaba exámenes, porque una mamá tiene el aprecio de que haya podido heredar algo”, explica. Cuando era pequeña, Martina tuvo algunos exámenes positivos, pero se atribuyeron al antecedente materno. Sin embargo, esta vez la situación cambió “no han logrado identificar cuál de los miles enfermedad autoinmune tiene”, señala Camila.
A pesar de todo, Camila asegura que lo único que la mantiene firme es su convicción de que podrá salir adelante. “Nunca pierdo la fe de salir adelante, mi mamá me dice no sé cómo no la pierdes con todo lo que pasó, yo le digo no porque es la única forma de mantenerme en pie”, afirma.
Durante años, la familia ha organizado rifas, bingos y diversas actividades para cubrir gastos médicos. Hoy impulsan una nueva campaña solidaria: una “lukatón” bajo el lema “Madre e hija luchando contra enfermedades autoinmunes”, con el objetivo de reunir $6.000.000 para costear la cirugía de cadera y nuevos estudios clínicos.
Datos para colaborar
Nombre: MARTINA ANDREA OLIVARES CONTRERAS
RUT: 22.108.529-9
Banco: Banco Estado
Cuenta: Cuenta RUT
Número: 22108529
