Los reportes fijan la atención en la bacteria que fue hallada en las osamentas del poeta, cuya familia asegura le fue inyectada para provocar su deceso a pocos días del Golpe del Estado.
Impacto internacional ha provocado los avances de la investigación a cargo del panel de expertos de Canadá, Dinamarca y Chile sobre la muerte del Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, instancia que ayer miércoles entregó un informe pericial con el análisis de las osamentas del poeta a la magistrada Paola Plaza.
Si bien el estudio no es concluyente, permitiría sostener que el militante comunista fue asesinado mientras estaba internado en la Clínica Santa María el 23 de septiembre de 1973. Esto, debido al hallazgo de la bacteria clostridium botulinumen uno de sus molares en 2017 y por la cual la familia sostiene la tesis de un “envenenamiento”.
Precisamente, ha sido este microorganismo –que provoca la enfermedad del botulismo- en el que medios internacionales han enfocado su atención, toda vez que este habría sido el desencadenante del deceso de Neruda y no el cáncer de próstata como señalaba el certificado de defunción inicial.
En conversación con toxicólogos, La Nación recoge que la bacteria clostridium botulinum puede ingresar al cuerpo humano no solo mediante el consumo de alimentos en mal estado, especialmente conservas, sino también por una inyección en la piel.
Sobre esto último, el médico especialista Francisco Dadic comentó al medio argentino que a través de esta última vía “podría haber provocado, tranquilamente, una intoxicación mortal. La forma aerolizada es la más moderna y considerada, en la actualidad, como un arma de guerra ¿Por qué te digo esto? Porque es la toxina más potente del mundo. Un gramo de toxina botulínica puede matar a un millón de personas. Esa es la letalidad que tiene”.
En esa línea, detalla que la acción de la toxina deriva en “una interrupción del impulso nervioso que lleva a una parálisis muscular” del sistema respiratorio y del diafragma, provocando la muerte.
En tanto, CNN Español enfatiza en la versión del chofer del poeta, Manuel Araya, quien menciona que “Neruda tenía un cáncer controlado, para 10 u 8 años de vida. No estaba enfermo para morir. Él sufría de una pierna, tenía flebitis entonces de repente cojeaba”, a propósito de una entrevista en La Red en 2013.
Asimismo, hizo mención de los análisis que hizo un anterior grupo de peritos en 2017, que determinó que Neruda no había fallecido producto del cáncer de próstata y se enfocó en el clostridium botulinum. “Uno no coge una bacteria que se cultiva en laboratorios con finalidad de arma biológica andando por la calle”, afirmó por entonces Aurelio Luna, uno de los expertos a cargo de la investigación.
En tanto, el diario español El País, apuntó a los dichos que otorgó a ese medio el abogado y sobrino del Nobel, Rodolfo Reyes, en relación al origen de la bacteria señalado en el informe. “Esto es lo que estábamos esperando, porque el panel de 2017 ya había encontrado clostridium botulinum. Pero no se sabía si era endógeno o exógeno, o sea, si era interno o externo. Y ahora se comprobó que era endógeno y que fue inyectado o colocado”, destacó.
Fuente: Universidad de Chile.