La organización, con sede principal en Estados Unidos y presente a nivel mundial en más de 140 países, reúne a miles de voluntarios en torno al lema “solo por hoy”.
Sin importar la sustancia que se consuma, desde alcohol hasta drogas duras, en Narcóticos Anónimos (AN) las personas con adicciones que buscan abandonar el consumo y reinsertarse a la sociedad, encuentran un grupo de apoyo conformado por pares que recorrieron caminos similares y batallaron contra los mismos miedos.
Guiándose por un reglamento que incluye 12 pasos, se reúnen de manera habitual para compartir sus experiencias y exponer cómo están lidiando con la situación, acompañados por la figura de un padrino. Este es el caso de Héctor, un hombre en recuperación, con más de 25 años en el programa, y que, en este momento, se desempeña, además, como Primer Coordinador del área norte de la organización.
“Nosotros, a nivel nacional, nos conformamos por varias áreas, tenemos una estructura, en donde por sobre todas las cosas, primero que nada, está el Poder Superior, que es Dios, después viene el miembro, que es el más importante, luego los grupos, y después, de ahí bajamos a lo que es el área, que es donde, en instancias de reuniones, llevamos, este mensaje, a las personas que asisten regularmente”, explicó Héctor.
Creada en 1953 en Estados Unidos y con más de 30 años en Chile, la organización se define como una confraternidad sin fines de lucro, compuesta por mujeres y hombres en recuperación que se reúnen con regularidad para permanecer libres de consumo. Es a este espacio de convivencia y sanación es donde llega Alejando, quien, a sus 54 años, lleva 19 sin consumir drogas de ningún tipo.
Atraído por una amiga, llegó según define “como un hombre derrotado con ganas de suicidarme, porque mi adicción, mi drogadicción, mi alcoholismo me llevaron a perder una antigua familia que tenía. Perdí los hijos, me desprecié, me quise suicidar. Y por estas cosas de la vida, ´mi poder superior´ me envió un mensaje a través de una amiga y llegué ahí y estoy hablando con ustedes hoy en día, esto me cambió mi vida”, sostuvo el ahora chef y padrino de grupos de autoayuda en La Serena.
Una de las deudas que reconocen en la organización, es la incorporación de mujeres, ya que actualmente, representan un porcentaje bajo de participación, lo cual esconde una realidad que involucra estigmas sociales, relacionados a las consecuencias del consumo de drogas. Sin embargo, existen ejemplos y nuestra zona no es la excepción.
En nuestra región, cerca de 80 personas participan regularmente de los 8 grupos de autoayuda que existen distribuidos en las ciudades de La Serena, Coquimbo, Ovalle y recientemente, en la localidad de Tongoy. “Hoy en día, la realidad de nosotros como Narcóticos Anónimos es que tenemos un grupo en Ovalle, tenemos uno en el sector de La Antena, tenemos otro en el sector de Las Compañías, también en Tierras Blancas y hay un grupo también en Coquimbo. Bueno, y el grupo más antiguo es el que está en las dependencias de la Iglesia Lourdes de La Serena, que es el Grupo ´Solo por Hoy´. Y tenemos además grupos en este momento que también están participando en Arica. Por eso, hablamos de área norte, porque nosotros desde acá hacia el norte canalizamos toda la información”, agregó
Más allá de la relevante labor social que cumple esta organización, el Estado realiza diversos planes y programas para ir apoyo de quienes padecen adicciones de todo orden. Es el caso del sector salud, en donde particularmente, “ el consumo problemático de alcohol y drogas está dentro del abordaje de las patologías de salud mental. Es uno de los principales problemas que merecen atención dentro de la red de salud y, por lo tanto, son estos equipos, ya de esta área más específica, los que dan respuesta a esta problemática” explica Rodrigo Sabando, Gestor Intersectorial del Subdepartamento de Salud Mental del Servicio de Salud Coquimbo.
Siempre hay esperanza al final del camino
Es usual que quien accede a solicitar ayuda es el familiar, o alguien cercano a la persona que vive con adicción poco frecuente es que ellos mismos lo realicen. “Es muy poco el porcentaje en que directamente sea el adicto casi siempre es la familia. Las redes que nosotros tenemos en este momento, es un fono ayuda, que funciona a las veinticuatro horas del día, y es el +56 9 9964 2469, número exclusivo para la zona norte del país y también llegan desde la justicia. Hoy en día, hay gente que llega derivado desde ahí, que es donde le ofrecen la posibilidad de poder recuperarse, ahí nosotros los derivamos rápidamente con el grupo o centro más cercano”, recalcó también Héctor.