La controversia surge luego de que el profesor titular (Robert Salas Pizarro) de la escuela unidocente de Totoralillo en Coquimbo, con matrícula de 16 alumnos de primero a sexto básico, fuera separado de sus funciones por un sumario por una denuncia de acoso por parte de una apoderada.
El hecho ocurrido el 8 abril recién fue resuelto a mediados del mes de mayo, cuando se envió una docente suplente, que de acuerdo a la apoderada vocera del movimiento Deisy Véliz, “no contaba con la experiencia necesaria para enfrentar el cargo pues estaba recién egresada y provenía de la zona urbana”.
La reemplazante estuvo dos semanas, presentó licencia y la semana pasada renunció. Es por ello, que un grupo de apoderados tomaron la drástica decisión de tomarse el establecimiento, con el objetivo de solicitar al Servicio Local de Educación Puerto Cordillera la inmediata reposición de un docente.
Véliz señaló que el movimiento era pacífico y que sólo perseguía defender los “derechos de los alumnos”. Pasadas las 13 horas se presentó una delegación de este servicio encabezada por su directora ejecutiva, Ana Victoria Ahumada.
“Nos acercamos a conversar con la comunidad de la Escuela de Totoralillo y los apoderados afectados por esta situación, tuvimos una grata conversación con varios puntos, y quedamos que en el más breve plazo vamos a tener un profesor que pueda venir mientras se resuelve la situación del docente encargado titular”, explicó Ahumada.
Según la recién asumida encargada, “para nosotros es importante como Servicio Local mantener una buena convivencia dentro de establecimiento y por eso también estamos trabajando con el Ministerio de Educación quienes nos apoyan para preparar de mejor manera a nuestros funcionarios para mantener un buen manejo de la convivencia escolar”.